Té con Unamuno

Si tú y yo,Teresa mía, nunca
nos hubiéramos visto,
nos hubiéramos muerto sin saberlo
no habríamos vivido.

Tú sabes que morirse , vida mía,
pero tienes sentido
de que vives en mi, y viva guardas
que a ti torne yo vivo.

por el amor supimos de la muerte,
por el amor supimos
que se muere, sabemos que se vive
cuando llega el morirnos.

Vivir es solamente, vida mía
saber que se ha vivido,
es morirse a sabiendas dando gracias
a Dios de haber nacido


Dime qué dices,mar,qué dices dime!
pero no me lo digas; tus cantares
son, con el coro de varios mares
una voz sola que cantando gime.

Ese mero gemido nos redime
de la letra fatal y sus pesares
bajo el oleaje de nuestros azares,
el secreto secreto nos oprime.

La sinrazón de nuestra suerte abona,
calla la culpa y danos el castigo;
la vida del que nació no le perdona;

de esta enorme injusticia sé testigo,
que así mi canto con tu canto entona,
y no me digas lo que no te digo.


Dos poemas de Miguel de Unamuno,palabras a su amada y al mar de adentro.Este es su año,en artesarita hemos querido recordar al poeta español con sus poemas y con plegados que el hacía,los hemos dispuesto en estos dispensadores para saquitos de té que  estarán en nuestra fiesta VI aniversario desde el 16 al 18 de noviembre en el Museo Carmelo Fernández.