martes, 28 de junio de 2016

Arrangements



En Venezuela y en casi toda la América Hispana, a los contenedores de espigas o flores que se usan para adornar una mesa o repisa, se les llama centro de mesa o arreglo floral, independientemente de que este, sea la base para ellas, como es el caso de las fotos que muestran algunos trabajos elaborados con con ese propósito, entonces encontramos la designación perfecta del inglés, arrangements, este término, no limita el ornato a la disposición de flores en una botella o recipiente. Ya antes les he contado que una de nuestras misiones es motivar una actitud más amigable con el ambiente, a través de materiales biodegradables como el papel, la madera, los hilos... de allí que proponemos objetos donde el origami protagoniza, le damos prioridad como en el detalle que traemos hoy en esta entrada,al papel, la rama seca y el vidrio, en vez de la flor natural y el sintético para fijarlo, jugamos más bien, con pequeñas tiras de papel, dispuestas según colores y tamaño, las cuales no son colocadas a capricho, sino que tienen una orientación armoniosa con el conjunto. Con Los Arrangements, vienen dados otra serie de factores, como lo son la interacción con los amigos-clientes de artesarita a través de sus donaciones en material reciclable y los recorridos por las calles en busca de estos (para algunas personas) desechos y que a nosotros son material altamente preciado. Al taller se aparecen amigos y clientes con botellas de vidrio, frascos, cartones, papel, trozos de tela...a veces hasta llaman por teléfono para decir que en tal lugar están tiradas cajas, recortes de algo y que por ir de prisa no pudieron detenerse para hacerlos llegar, esto crea más compenetración con nuestros visitantes, a su vez que ellos introducen un interés ecológico a sus vidas que quizá de no ser por esta relación, no la habrían tenido. Para mi es una afición que crece, voy caminando y mirando a todos lados, porque sé hay algo de utilidad en una esquina, a las puertas de un establecimiento comercial, en los basureros, recuerdo que cuando vivía en Caracas, una compañera de residencia y yo, nos trasladábamos a la zona más "in"de la urbanización, al principio de un nuevo año,  la integraban personas que habían comprado sus propiedades en la esplendorosa época de los 50, casas grandes, en su mayoría de dos pisos, con bellos jardines y amplias ventanas,en esa proporción su basura, pues esa costumbre de renovar espacios, armarios, closets, lleva consigo la de deshacerse de mucho, allí el momento aprovechado por Raybel y yo, ¡cuantos pañitos, herramientas de trabajo, joyeros, baulitos...!hoy, este país es otro, además no vivo en una zona cuyos habitantes tengan tan valoradas pertenencias, no obstante, la calle siempre arrastrará consigo la dualidad aquella de una cosa insignificante con la sola y efímera función de ser pateada y que otros convertiremos en una pieza, un detalle, otras alegrías.

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