(Vicente Emilio Sojo)
Las flores que me diste
Cuando me amabas
Se secaron al soplo
De tu inconstancia
Y todavía, y todavía
Eres tú la esperanza
Del alma mía
Las dulces ilusiones
Que eran mi encanto
Volaron al impulso
Del desengaño
Y todavía, y todavía
Eres tú la esperanza
Del alma mía
La promesa que hiciste
De amarme siempre
Se disipó en el aire
Cual humo leve
Y todavía, y todavía
Eres tú la esperanza
Del alma mía
Hasta que mi alma vuele
Lejos del mundo
Pronunciarán mis labios
El nombre tuyo
Y hasta ese día, y hasta ese día
Serás tú la esperanza
Del alma mía (bis)
Una canción de desamor?si,quizá,pero tan bellamente escrita,tan dulce en su "reclamo" que hasta dudo no sea considerada del cancionero amoroso venezolano.
Muy al estilo del maestro Sojo,en donde el término suaviza todo infortunio,sin amargura ni dureza;era la corriente de la época,que por fortuna está extensamente representada en Venezuela y que indudablemente Vicente Emilio Sojo fue uno de sus grandes exponentes.
Me la enseñó mi mamá,siendo yo muy niña,antecedía la canción una linda anécdota de un hombre llamado Silvestre que "la cantaba preciosa"...y así la aprendí.
Luego fue el tema de una telenovela y mientras la cantaba(creo que la protagonista)se veía un hermoso río de grandes piedras,lo cual le agregaba una ambientación muy apropiada a la pieza.
En el mes de diciembre estuve publicando en mi cuenta de facebook,fragmentos de canciones navideñas venezolanas(les decimos aguinaldos)y los amigos los seguían,al punto que de un grupo,pasamos a grupo,de allí a coral y al termino del mes eramos orfeón;en estos días,ese mismo espacio ha estado marcado por publicaciones menos felices que hablan de la situación del país,entonces una amiga me pidió que siguiéramos "cantando" virtualmente canciones venezolanas y hoy,a un mes de celebrarse el día de San Valentín,comencé con esta,lo que posiblemente esté presente también aquí en lo que dista de la mencionada fecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario