martes, 15 de diciembre de 2009

Lo que trae la RAE.

NUEVA GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA.


La Nueva gramática de la lengua española, cuya preparación ha costado 11 años de trabajo a las 22 academias de nuestro idioma, se podrá adquirir por 120 euros, según informó el director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha.Los primeros ejemplares de la Nueva gramática del castellano, que sustituirá a la elaborada en 1931 y que García de la Concha definió como “la novela de todos los hispanohablantes”, fueron entregados al académico en los almacenes de la editorial Espasa en Guadalajara (Castilla-La Mancha, España).En el acto estuvieron presentes también el vicedirector de la RAE, José Antonio Pascual, y Humberto López Morales, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua (Asale), junto con Ana Rosa Semprún, directora general de Espasa.La nueva edición de la gramática del español, de la que miles de ejemplares ya han partido a las librerías y hacia toda América Latina, salió a la venta el pasado viernes 4 de diciembre. “Ha sido una obra colectiva de las 22 academias de la lengua”, afirmó García de la Concha, quien agregó que “lo más difícil ha sido moldearlo, lo más laborioso”, y ha destacado que “la labor editorial se ha hecho a contrarreloj”.La presentación oficial del texto, presidida por los reyes de España, tendrá lugar el próximo jueves 10 en la sede de la RAE en Madrid. Al acto también asistirán los directores y presidentes de todas las academias de la lengua.Esta es la primera vez que se mostrará el español que comparten los hispanohablantes y las diferencias existentes en función de la región. Los dos primeros volúmenes están dedicados a la morfología y a la sintaxis. En cuatro mil páginas se puede apreciar todo tipo de ejemplos, que han sido extraídos de obras de autores de todos los países hispanohablantes y de sus medios de comunicación. En 2010 saldrán los tomos dedicados a la fonética y la fonología, que además verán la luz junto a un DVD en el que se pueden comprobar las diversas pronunciaciones.Habrá dos versiones de la Nueva gramática, una básica y extensa, imprescindible para los que deseen aprender español, y otra, un compendio de la anterior, dedicada al público general. El texto básico se aprobó en marzo de 2007, en el congreso que las academias celebraron en Medellín (Colombia). A partir de ese momento aunaron esfuerzos para perfeccionar los contenidos de los capítulos.La obra estuvo dirigida por Ignacio Bosque, académico de la RAE, mientras que una comisión interacadémica, formada por representantes de todas las áreas lingüísticas, coordinó los trabajos. El propósito de esta puesta en común es que la Nueva gramática sea un mapa del español en todo el mundo.

Una obra colectiva. La editorial Espasa señala que es una obra colectiva, porque está elaborada por las 22 academias; panhispánica, ya que refleja la unidad y la diversidad del español; descriptiva, por el hecho de exponer y analizar las estructuras del idioma; como recomienda usos y desaconseja otros, obtiene el carácter de normativa; sintética, debido a que conjuga tradición y novedad; y práctica, porque fija un punto de referencia para estudiantes y profesores.La obra reúne un sinfín de pruebas de la diversidad del español, como sucede, por ejemplo, en el apartado de los adverbios adjetivales, que “poseen más vitalidad” en América que en España. “Una pena, porque cantaba bonito y en varios idiomas”, escribe Bryce Echenique en La vida exagerada de Martín Romaña, una cita que ilustra el uso de adverbios adjetivales, presentes en expresiones como “bañarse sabroso”; “hablar claro y raspado” (con franqueza), que se emplea en el área caribeña; o “claro y pelado”, como se dice en varios países centroamericanos.En el Río de la Plata se sueña “fiero” cuando se tienen pesadillas, pero en el área andina prefieren “soñar feo”. En muchos países, quien tiene excesivas aspiraciones “pica alto” o “tira alto”, y en Colombia “hilar delgado” equivale a “hilar fino”. “Comer macanudo”, “caminar rico”, “beber recio”, “oler feo”, “llevarse pésimo” y “pasarlo chévere” son otros ejemplos de adverbios adjetivales.En la nueva gramática se estudia ampliamente el voseo, un fenómeno que desapareció “casi totalmente” del español europeo en el XVII y principios del XVIII, pero que está muy extendido en algunas regiones de América, sobre todo en la rioplatense y centroamericana. “Vos amás”, “vos tenés” o “vos tenís”, y “vos partís” son algunas de las múltiples variantes de este fenómeno que está “en constante evolución”.El sufijo “-ido” ha creado neologismos en América como “llorido”, “rebuznido”, “relinchido”, “toquido” (ruido que se hace al tocar) o “chiflido” (de “chiflar”, silbar). De los sustantivos terminados en “-azo” se han recogido el “nortazo” y el “surazo”, que en Bolivia designan vientos (“el surazo que azota desde ayer a la capital cruceña...”); en Venezuela se dice a veces “pupitrazo” para aludir a una protesta estudiantil, y en Colombia se aprueban artículos a “pupitrazos” (golpeando los pupitres).Una primicia informativa es “un tubazo” en algunos países caribeños. Propio de Hispanoamérica es también decir “tengo viviendo allí diez años”, “tengo varios años trabajando en esta empresa”, y al habla coloquial de México, Centroamérica, Río de la Plata y área andina pertenecen expresiones como “me vive repitiendo que...”, “mi mamá me vive diciendo que tenga cuidado en la calle”.
Fuentes: EFEEl Mundo

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