domingo, 5 de septiembre de 2010

Cuesta Abajo

"Todos tenemos un tango" lo digo y lo escucho, no solo entre los de mi generación y los mayores,sino en jóvenes y aún a aquellos(pocos,si,a los que no les gusta este género musical).
Para el 24 de Junio,recordé en mi espacio de Facebook,como se conmemoraba la muerte de Carlos Gardel en el sitio a donde este llegó cuando vino la vez primera a Venezuela,fue en Caracas,la estación de Caño Amarillo;tal comentario,desató otros de mis amigos,diciendo cual es o son su tango(s)en entradas pasadas de esta etiqueta,publiqué el de Julio,"Cambalache",hoy me toca el de María Antonieta,"Cuesta abajo". A diferencia de Cambalache,esta pieza,no abunda en términos duros de soberbia machista,sino una narración desgarrada de una adversa situación de amor,hiladas finamente las palabras,muy al estilo de esta dupla Lepera-Gardel,como lo hicieran en la inmortal "El día que me quieras" o "Amores de estudiantes".
Los autores trasladan la exposición de la hombría y el coraje,no al enfrentamiento al rival o a la demostración de desprecio ante el amor no correspondido,sino al reconocer que se sufre terriblemente por una situación amatoria no es recíproca.Hay una añoranza sin amargura un decir de la soledad,no del abandono,se centra la pieza mas en lo que fue que en lo que no es.
Aquí el tango de Maria Antonieta Flores,poeta amiga.


Cuesta Abajo
de Gardel y LePera.

Si arrastré por este mundo
la vergüenza de haber sido
el dolor de ya no ser.
Bajo el ala del sombrero cuantas veces esbozada
una lágrima asomada
yo no pude contener.
Si crucé por los caminos
como un paria que el destino
se empeñó en deshacer
si fui flojo,si fui ciego
sólo quiero que comprendas
el valor que representa el coraje de querer.
Era para mi la vida entera
como un sol de primavera
mi esperanza y mi pasión
sabía que en el mundo no cabía
toda la humilde alegría de mi pobre corazón.
Ahora, cuesta abajo en mi rodada
las ilusiones pasadas
yo no las puedo arrancar
sueño,con el pasado que añoro
el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá.
Por seguir tras de su huella
yo bebí incansablemente en mi copa de dolor
pero nadie comprendía que si todo yo lo daba
en cada vuelta dejaba pedazos de corazón
ahora triste en la pendiente
solitario y ya vencido
yo me quiero confesar
si aquella boca mentía el amor que me ofrecía
por aquellos ojos brujos
yo habría dado siempre más.
Era.....

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