sábado, 18 de julio de 2009

"Los dioses del espacio reclaman sus sacerdotes"

Tenía cuatro años cuando escuché por vez primera una voz literalmente maravillada de emoción,supe,que cómo estés,así lo dices,lo escribes,lo cantas,lo pintas...escuchaba y no entendía sus palabras porque lo hacía en inglés,no era para entender,estaba narrando lo que el rostro de mi hermano decía,él,catatónico frente a la pantalla,sujetado a los brazos de la silla de mimbre cuál Ulises,sólo que el si quería oír el canto de las sirenas, estaba llegando al Mar de la Tranquilidad,guiado por aquel hombre que repetía,alzaba la voz,sentíamos su respiración,la de alguien que no sabía si estaba soñando,o estaba diciéndole al mucha gente que estaban viendo lo que nunca más podrían olvidar.Hablaba desafiando la fuerza de la gravedad,que por momentos lo atrapa y solo escuchábamos el tumtumtumtum de su saliente corazón.
Esa voz me repitió un centenar de veces un nombre que tengo tatuado en la memoria y ustedes,y los que vendrán,Neil Armstrong,el hombre con el que llegamos a la luna.Ayer, a tres días de cumplirse 40 años de esa visita,los dioses del espacio,reclamaron la voz de Walter Cronkite,quizá para que desde allí,reviva ese momento,ya era hora de que lo tuvieran,ya la hicieron inmortal al menos para mi.

NOTA: el título de esta entrada fue lo que mi hermano me dijo esta madrugada cuando le comentaba de esta muerte.

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