Epístolas de Año Nuevo

En la entrada anterior les hablé de lo hermoso que me parecía que en una emisora local de Cojedes(aún estoy donde mis padres)el locutor que conduce un programa matutino ha estado leyendo trabajos de mi primer libro,debo referirles que yo primero fuí antologada en un texto que se llama Antología de Poetisas Cojedeñas,una muestra de algunas poetas de aquí que recopiló el para entonces presidente de la desaparecida Asociación de Escritores.
Pero lo que llamo mi primer libro,claro está,he querido compartir un es donde aparece mi trabajo individual,he querido compartir algo del mismo con ustedes,pues los que no vivimos en Cojedes no podemos escuchar al Sr León.

Karakas,diez y ocho de Junio de 1992
Karlo:
Ya eres alegría y soles,antes eras sólo noche y ausencia,no sé decir gracias ahora,ven y recibe mi canto.
Puedo tocarte,preguntarle a tus ojos,beberme tu aliento y oir tus elevadas notas;cuando de ti hablo no es recuerdo sino presencia.No quiero que oigas mis tristezas,quiero que te llenes de mis rosas,de mi siempre,de esta ave que llevo en mi paso.
También siento que sabes retornas,que has de venir por mi con más música,con más amor,pienso entonces en la grandeza y bondad del padre que me protege.
Me nombro esperanza, vida,hálito alegre,niña,todos los cielos diciendo mi nombre que vuelve a serlo despues de tu risa,tu entrega,tu palabra.
Ignoras quizá cuanto he esperado y ya no importa,como tampoco las otras mujeres,los otros amores y las mil serenatas que no me has dado.Tengo por dentro tantos caballos y luces,que llegaría segura al principio de la tierra y vendría a ser la madre de todos.
Te quiere
Isabel.