miércoles, 2 de septiembre de 2009

Lo que pedía la tía Rosario.

La tía Rosario,no era hermana de ninguno de mis padres,pero era mi tía,la de mi sobrino,el alma de "las guacas",la que armaba una fiesta de cualquier motivo,la que hacía de una jalea de mangos,un sublime manjar de dioses,le encantaba la música y oírme cantar,una canción me pedía siempre en las reuniones:

Qué te pedí.
Qué te pedí
que no fuera leal comprensión
que supieras que no hay en la vida otro amor
como mi amor
que no te dí
que pudiera en tus manos tener
y aunque quise robarme la luz para ti
no pudo ser...

hoy me pides tú
las estrellas y el sol
no soy un dios
así como soy
yo te ofrezco mi amor
no tengo más
pide
lo que yo puedo darte
no me importa entregarme
a ti,sin condición
pero que te pedí
tú lo puedes al mundo decir
que supieras que no hay en la vida otro amor
como mi amor.

Es un desgarrador testimonio de la entrega absoluta,como desgarradora la voz de entrega de La Lupe,de quien aprendí esta canción,a quien llamo mi "heroína" para referirme a lo verdadero de una interpretación musical en una mujer.Cuando yo cantaba esta canción,la tía Rosario se emocionaba tanto,le brillaban los ojos,al final aplaudía,aplaudía como si yo en un escenario,algo revivía sin duda con esta pieza.Decía en lineas anteriores que es un testimonio de la entrega,también digo que lo es de la pasión,ese "no me importa" gritarlo públicamente,pero también píde lo que tiene que ver con mi mundo,es decir,si bien es cierto que existe la certeza de que nadie más le pudo amar así,se trata de un amor terrenal,eso sí del más grande,pero que no se entendió y de allí pues,estos agudos que salían de las entrañas de La Lupe.
De esta mujer enigmática,La Lupe,tengo unos lejanos recuerdos,pero muy fuertes,la vi en el Show de Renny,recuerdo sus enormes pestañas postizas,que terminaba quitándose a veces,al final de su interpretación,al igual que las bufandas de plumas,los zapatos,tantas veces,estos últimos dirigidos a la espalda del pianista.
No rememoro este episodio cuando la canto,pero si,el aplauso emocionado de la tía Rosario.

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