domingo, 8 de marzo de 2009

Día internacional de la mujer.

Maritza es la esposa de mi hermano,con la que comparto un montón de cosas,buenas y malas,que me ayuda mucho,que siempre está alegre,es mi cuñi,la invité a que participara en las historias de mujeres y escribió:




A propósito de “raspar la olla”

Para María


Siempre me ha gustado recordar anécdotas del pasado, sobretodo, las que se refieren a mi infancia, tal vez, porque en ellas me veo completamente despreocupada, y feliz, sin las angustias tan propias que conllevan la adultez. Mi padre, no fue amigo de relatar historias de su niñez, mi madre, por el contrario, siente gran placer al contarnos sus travesuras. Hay uno de sus relatos que se ha convertido en mi favorito. Éste tiene mucho que ver con su añeja costumbre de raspar con una cucharilla la ollita en la que hierve la leche. Desde muy pequeña, recuerdo el ritual: raspar, hablar, comer, raspar, hablar, comer, raspar. Por respeto, nunca me atreví a preguntarle el porqué de ese hábito, que confieso, en algunas oportunidades llegó a disgustarme.

Pero, el tiempo hizo posible la pregunta y un día en que ambas compartíamos su rutina y yo un delicioso cafecito con leche le dije: Mami, ¿por qué siempre raspas la olla en donde hierves la leche? Ella, mirándome, con ese gesto tan suyo, se detuvo y con lentitud me respondió: porque cuando era niña, cuando trabajaba en una casa de familia, por allá en La Victoria, después de que todos terminaban de desayunar, y, antes de fregar los corotos; yo agarraba la olla y raspaba todo lo que quedaba pegado alrededor; eso era parte de mi desayuno. No necesité mayores detalles para imaginar esa parte de su infancia ni pregunté nada más, pero creo haber sonreído con tristeza (aún lo hago).

Todavía, María, raspa la olla; a mí ya no me molesta, por el contrario, lo asumo como parte de su historia, una historia que no recuerda con resentimiento y que, sin lugar a dudas, la hizo ser lo que es hoy: una amorosa y valiente mujer que ha sorteado los más inesperados reveses.
Maritza Torres Cedeño.



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