Ustedes saben que adoro las mañanas,hace algunos años,estuve insomne y me torturaba la madrugada,cuando amanecía,era liberador,escribí un libro,"En la suave hora del alba",la historia de hoy:
"Déjame ese instante de la mañana aquella,luminosa y leve"
"Se habían visto sólo una vez,cuando él se aproximó,ella no lo reconocía,ambos durmieron poco la noche anterior imaginando el encuentro,todo pasaba lento y silencioso ante el abrazo,los cuerpos lustrosos de amanecer,una palabra y otra y otra.Ella subió unos peldaños de la escalinata,cantó las auroras,él le dió algo de miel y unos pájaros;la calle enorme y azul,no dejó que volvieran a verse"
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