viernes, 27 de marzo de 2009

Su propia historia

Soraya,mi Sory,a quien he visto personalmente,creo que dos veces,hace tantos años que ya ni recuerdo.Hice un viaje a Mérida bellísimo,ella,amiga de mi amiga Yazmín andaba ahí.Mi primer cumpleaños aquí en San Felipe,me tenía desolada y recibí una llamada de felicitación de Mín,le dije que estaba viviendo aquí y a los minutos,recibí mensaje de felicitación de Soraya,en donde me decía que su hermano médico estaba aquí y me daba sus señas para que lo contactara(nunca lo hice,él murió hace un par de meses)desde ese día Sory se convirtió en una suerte de ángel de la guarda,parecía siempre estar conectada con dios,me envia los mensajes acertados en el momento preciso,nos escribimos con la frecuencia que no tengo con amigas que están aquí y sabe de mis "sucesos" igual que mi mamá,la adoro y la invité a aprticipar en las historias,sigue en su recuperativo de la operación que ya se enterarán por su narración.

Es sobre mi vivencia en particular.

Nací un 21 de abril de 1963, mi madre biológica era la muchacha de servicio de la casa. Como era jovencita e inexperta, llegó buscando trabajo, pero venía embarazada. Al ser contratada por la familia, que luego me crió, para que no notaran su gravidez, se puso una faja. Eso ocasionó que, a parte de haber tenido relaciones con su primo hermano (mi papá biológico), lo cual puede traer defectos congénitos en el bebé, remató el que yo naciera con una luxación de la cadera del lado izquierdo. (Según escritos, cuando uno viene con problemas del lado izquierdo, son rollos con la madre, eso se cumplió en mí -como aprendizaje, lo tomo- como decir que 2 y 2 son 4).
Bueno, según me cuentan, la familia que me crió se dio cuenta del estado de mi madre, porque eran amigos de un doctor, que supo observar un poco más allá. Luego de esto y de varios sucesos, me adoptaron y mi madre biológica salió de mi vida.
Después de tanto tiempo, cargando con esto, quiero compartir algo importante para mí. Ese hecho de haberme mantenido escondida (ahora lo puedo ver, antes ni pensarlo), me ha traído mucha pena y dolor. Es ahora cuando pude llegar a la gran conclusión de que valorarme y aceptarme tal y como soy es determinante y saber y aceptar que en realidad las personas sí me quieren, hace que me sienta mejor. Tengo toda y otra oportunidad para salir adelante. Después de 4 operaciones de la cadera para llamar la atención (cosas del subconsciente), ahora viene la fase de cómo arreglo mi vida. Me acaban de operar, tengo una prótesis nueva y es como comenzar de cero.
Es maravilloso saber que Dios está aquí para llevarnos de la mano, tuve que asistir ( y todavía me falta, si me animo) a terapia, para descubrir estas cosas escondidas dentro de mí, tuve muchos roces con mi mamá de crianza, pero aquí estoy, soy una u otra yo con nueva vida por delante e invito a quien quiera, que se anime a vivir! Las cosas pasan por una razón. Creo que son pistas para mejorar y saber que somos un cien por ciento responsables de lo que nos ocurre en la vida.
Ojalá que pueda servir para dar ánimo a quiénes se encuentren pasando dificultades, lo bonito es que no he terminado todavía y tengo 45 años, ya cerca de los 46. Gracias mil por leerme, Atentamente:
Soraya Josefina Saldivia Morr

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