La noche siguiente,sacó su vela,pero no llevaba fósforos,emprendió la carrera de nuevo,esta vez mucho más cerca,encontró al hombre,su figura se veía casi completa,era mayor la luz que la noche anterior,no sabía qué hacer,si correr más rápido o ir despacio para aprovechar lo único iluminado de la vía,optó por lo primero.
La tercera noche,vela en mano y fósforos,emprendió el regreso,esta vez caminando,la llama se apagó tantas veces,por lo alterado de su respiración,que se acabaron los fósforos,la luz,cuan cerca estuvo esta vez,con el hombre,vió el color de su ropa,este la siguió por un rato,cuando llegó donde su familia era casi cadáver del terror,pero no podía decirle nada a su mamá,le pediría que dejara de trabajar y ¿con qué comprarían los remedios de la abuela?le contó a su mamá el episodio de los fósforos y esta le dijo que llevara un frasco,no se apagaría la vela,lo encontró y a la cuarta noche,cuando encendió su llama,se calentó el frasco,era imposible sostenerlo en la mano,una luz la hizo levantar la cabeza,el hombre y una lámpara o algo así,le habló:buenas noches,tengo años recogiendo estos cocuyos en este frasco,no había encontrado a quién darle luz,la llevó hasta el caserio y así las siguientes noches,luego de morir su abuela,ella trabajó un poco más,en las noches lo acompañaba a recoger cocuyos en un frasco,para alumbrar la senda de los caminantes"
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